miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cual gacela Thompson

Acabo de volver del puente, como todos, y ya me ha sacudido en plena cara el estrés de mis 100 alumnos. Tal como llego al centro, me veo sometida a una persecución implacable que puede tener varios fines:

Uno: preguntarme si he corregido ya los exámenes.

Dos: venderme cajas de mantecados.

Tres: venderme papeletas.

Cuatro: aturullarme con líos sentimentales en plan "Física o Química" que, he de reconocerlo, me divierten bastante.

Cinco: el alumno X me exige, indignado, explicaciones de por qué he comprado mantecados al alumno Y.

Seis: excusarse por los pésimos exámenes del Romanticismo que hicieron ("No me ha dado tiempo", "Era muy largo").

Siete: preguntarme (aun sin haber dado las notas todavía) qué tienen que hacer para recuperar el trimestre.

Ocho: mi favorita. Vienen a decirme, directamente, que pasan ya de mi asignatura, porque con la Lengua, ellos "no se atreven". Esta expresión me provocó cierta confusión los primeros días hasta que me la tradujeron y me explicaron que cuando decían "no me atrevo", en realidad, querían decir "no lo sé hacer".

Nueve: volver a preguntarme si he corregido ya los exámenes.

Diez: ofrecerse para hacer cualquier tipo de trabajo que sirva para inflar un poco (o un mucho) la precaria nota.

Once: chantajearme emocionalmente haciéndome reponsable de sus regalos de Reyes. ¡Manda huevos!

Doce: decirme, "Maestra, qué mala cara traes hoy", cosa que, lógicamente, me llega a lo más hondo del corazoncito.

Esto sin contar con un alumno al que le di clase hace tres años y se dedica a recordarme, cada vez que me ve, que mi Betis está en 2ª.


Y lo que más me cabrea: las súplicas, los llantos (hipidos afectadísimos incluidos) y los ataques de histeria ante un examen de 1,5. Sin comentarios.

Todo esto a menos de una semana de poner las notas en el ordenador. Yo, que antes era invisible para ellos (no te ceden el paso, no se partan de las escaleras cuando intentas subir, no apartan los pies de los estrechos pasillos, te empujan, recibes proyectiles ¿que no iban para ti?, etc.), de pronto, soy el centro de su atención, su presa.

En fin, que yo ya no sé dónde meterme en el centro. Creo que un día de estos, me encierro en los servicios y me lío a fumar lo que sea con lo peorcito, a ver si así me relajo.

6 comentarios:

  1. Maetraaa... e que no me atrevo ya con lengua... ¿Y ji me compra una caja mantecao y ma prueba?

    Como si todo lo hubiese visto, oiga.

    PD.: El Betis, pese lo que nos pese, esta en segunda. Ajo y Agua.

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  2. Me temo que se ha abierto la veda de la maestra, sí, ponte una cota de malla :)

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  3. Si si que a Suntzu le gusta este rollito ... que así te haces mas interesante!!!.
    Claro que con lo del Betis pierdes puntos y sobre todo Glamour que no veas.
    Un besito wapa y ánimo cepillatelos a todos y a tomar por ...

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  4. El otro día empecé a ver un documental de La 2 sobre los búfalos en la sabana. Hasta los leones los respetan. Hay veces que se lanzan sobre un búfalo aislado pero, aun entonces, no es fácil que lo maten y, eso sí, al león que pilla el búfalo con los cuernos o las pezuñas lo escabecha.

    Quizá deberías transformarte de gacela Thompson en búfala loca.

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  5. Trece: si me apruebas, te prometo que a partir de ahora voy a empezar a estudiar...
    Catorce: ¿por qué a x, teniendo la misma nota que yo lo has a aprobado y a mí no?
    Quince: y a todo esto... ¿cuándo nos dan las vacaciones?

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