miércoles, 30 de septiembre de 2009

Los primeros frutos del curso

Diario de clase (lo echaba de menos), 30 de septiembre de 2009 y días precedentes.

4º de ESO

Repasando los orígenes de la literatura...

"En los orígenes de la literatura podemos encontrar la épica..."

-¿Eso no es la asignatura que teníamos el año pasado? -me interrumpen. Como siempre.

Yo pienso:"Eso será la Ética". Pero no me da tiempo a contestar.

-¡Anda ya, quillo! La épica es lo de los caballos -le replica otro.

¿Los caballos? No lo pillo. Pienso en el Cid, en las batallas, en Babieca y, de paso, en Charlton Heston, pero no doy con la tecla.

Mientras, el chaval que ha corregido al otro se ve que ha seguido pensando y suelta:

-¡Ah, no! Eso es la hípica, maestra.

¿?


2º de ESO: un doblete.

Un compañero lee en clase un texto teatral en el que dos náufragos se pelean por la foto de una chica en un calendario.

Pregunta: D., ¿qué te ha parecido? ¿Te ha gustado?

Respuesta: ¡Huy! Un montón, maestro. Se me ha puesto dura. (¡Toma criterio!)

Los náufragos se están comiendo, trocito a trocito, el uno al otro; por eso, uno está cojo y otro manco. Pregunta espontánea:

-Maestro, ¿un manco puede hacerse pajas?

martes, 22 de septiembre de 2009

Ya era hora

Llamadme mala persona, escéptica, amargada, sosa, cascarrabias..., lo que queráis. Pero hoy, cuando he leído esto, me he sentido muy feliz.


Llevo algunos meses sufriendo, viendo cómo las barandillas del puente van siendo invadidas por una plaga de candados de parejas que creen sellar así su amor para siempre. Y la llave, al río, como si no tuviera bastante porquería ya en sus aguas. Que me acuerdo del señor Moccia y me pongo mala.

Cosas de la vida: llega un operario del ayuntamiento con un soplete y, el candado, a tomar por saco.

¡Hombreya!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Gripe Arggggggggggggh

La entrada de hoy iba a versar sobre el reparto de asignaturas en mi Departamento. Pero mi vida se ha visto alterada, como la de tantos otros, por culpa de la gripe A. No, no estoy infectada, aunque traigo una inflamación y ardores testiculares de impresión (y eso que carezco de dichas gónadas). Como sabéis la mayoría, vivo en Sevilla, pero trabajo en un instituto de una localidad cercana a Huelva. Voy y vengo cada día como mucha gente, ojo, que no me estoy haciendo la mártir. Pero es un coñazo, para qué nos vamos a engañar. Y cansa.
Hoy tenía la presentación de mi tutoría a las 10.30 y podría haber vuelto a mi casita una hora después si no fuera porque teníamos a las seis de la tarde una reunión informativa sobre la gripe A. Total, que mato el tiempo como puedo haciendo programaciones y papeleo (que eso nunca falla) y nos quedamos unos cuantos a comer en Huelva. Aparte del dinero que me he tenido que gastar en la comidita (mañana voy al sitio de siempre y arreando, que tienen menú por 7,50 euros) resulta que cuando llegamos al centro, la reunión consiste en que dos señoras muy simpáticas a las que no las culpo de nada porque cumplen con su trabajo vienen con una presentación en Power Point muy coeducativa (con sus "profesores y profesoras" y "alumnos y alumnas") y nos dicen lo siguiente:

-Que debemos extremar las medidas de higiene. Yo no sé qué costumbres higiénicas creen que tenemos, pero vamos, las normales (te lavas las manos de vez en cuando a lo largo de la mañana) bastan.

-Que sería conveniente que limpiásemos las mesas con más frecuencia. Pues señoras, o les suben el sueldo a las limpiadoras o ya me dirán, porque si además de dar clase, pasar lista y domar fieras pretenden que vaya limpiando las mesas, van listas.

-Que nosotros, en realidad, no tenemos que hacer nada, excepto llamar a los padres de los niños que tienen síntomas para que vengan a recogerlos. Que si no vienen, les pasemos a una sala y los vigilemos hasta que los recojan. Ante la pregunta: "¿Cómo podemos distinguir los síntomas de una gripe común y dela gripe A?", la respuesta es: "No se puede. Ustedes lo que tienen que hacer es llamar a los padres y estos, a su vez, a Salud Responde". Que por lo que han comentado algunos compañeros, la tal Salud (así se llama una prima mía) responde según le dé.

Lo que me ha terminado de cabrear ha sido este consejo:

-Que ampliemos la distancia en clase entre alumno y alumno. Como diría mi admirado Luisma: "¡Me parto y me mondo!". Esto no es más que otra de las muchas muestras de desconocimiento general de la VERDADERA situación de la educación en Andalucía. Señores, nos quitan profesores porque dicen que no hay dinero y luego se lo gastan en portátiles, que no hacen NINGUNA falta, pero que quedan infinitamente mejor en un telediario. Eso sí, lo que no cuentan es que luego los alumnos pueden pasar tres y cuatro horas frente a esos carísimos ordenadores sin un profesor que les dé clase, porque para eso, no hay dinero. A lo que iba, que me caliento: que aumentemos el espacio en clase entre alumno y alumno. ¡Por favor! Si tenemos grupos de la ESO con no menos de 30 alumnos por clase (eso es una barbaridad) y los primeros de Bachillerato de mi centro están a 39 y a 36 alumnos. Las tan cacareadas aulas TIC tienen la siguiente disposición: 5 filas de 6 alumnos con un ordenador para cada 2. A ver, hacemos las cuentas: 5 X 6 = 30. ¿Y el resto? Imagináoslo: en mesas anexas, apretujados. Tíos y tías como castillos. En cuestiones pedágogicas y de organización de la clase, prefiero ni entrar. Y vienen estas con semejantes tonterías. Y lo peor es que me hacen quedarme todo el día por ahí para escuchar esta sarta de disparates.

Siento la parrafada, pero es que estoy que reviento. Y ya que no hay huevos de hacer una huelga general (y os aseguro que la cuestión monetaria no sería lo primero en mi lista ni en la de muchos), sólo me queda el derecho al pataleo. Ejercido queda.