viernes, 16 de febrero de 2007

Un rayo de esperanza


El otro día, por San Valentín, se me ocurrió hacer un cuadernillo con poemas de amor contemporáneos y dárselo a mis alumnos de primero de la E.S.O. para leerlo en clase. Les pregunté unos días antes qué les parecía la idea (no iba a tirarme a la piscina sin saber si tenía agua) y me dijeron que bien, aunque no con demasiado convencimiento. Les pedí que trajeran poemas de amor de su casa. Subrayé lo de "de amor" y "de autores conocidos" porque no quería que salieran a la pizarra a leer perlas del tipo "te conocí a las cinco/ y por el culo te la hinco" (con h aspirada, por supuesto). Así que, con algo de miedo en el cuerpo, los emplacé a que me trajeran poemas de su casa para el día siguiente.


Y cuál no sería mi sorpresa al llegar el 14-F y descubrir, emocionada, que no sólo (pongo la tilde porque me da la gana, la echo de menos) habían traído poemas de Alberti y Bécquer, sino que algunos se habían animado y habían compuesto sus primeros versos. Participaron, leímos poemas, discutimos su significado y, cosa asombrosa, la mayoría de los que salieron a la pizarra a leer, fueron chicos. La verdad es que no me lo podía creer. De hecho, tengo pendiente con ellos otra sesión de poesía, porque les encantó.


Y es que de vez en cuando una tiene uno de esos días en los que merece la pena dedicarse a esto de domar fieras.


Menos mal.

3 comentarios:

  1. ¡Me gusta!
    Me encanta, de hecho... Que se animen, que lean, que sientan...
    Creo que no son tan distintos de cómo éramos nosotros a su edad...

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  2. Me sorprendí, como ya he dicho y fue muy, muy gratificante. Aún queda algo que salvar en esas cabecitas.
    Y tienes razón, algunos se conmovieron de verdad. Supongo que es una de las cosas buenas que tiene la poesía. Si te llega, ni siquiera hace falta que la entiendas del todo. Te llega y basta. Como la música.

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  3. La verdad es que es bueno que la gente nos siga sorprendiendo, que se demuestre que la bondad humana es innata y que la belleza aún puede enamorar, incluso a los que creemos horribles.
    Espero que repitas muchas clases como esa

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