martes, 22 de septiembre de 2009

Ya era hora

Llamadme mala persona, escéptica, amargada, sosa, cascarrabias..., lo que queráis. Pero hoy, cuando he leído esto, me he sentido muy feliz.


Llevo algunos meses sufriendo, viendo cómo las barandillas del puente van siendo invadidas por una plaga de candados de parejas que creen sellar así su amor para siempre. Y la llave, al río, como si no tuviera bastante porquería ya en sus aguas. Que me acuerdo del señor Moccia y me pongo mala.

Cosas de la vida: llega un operario del ayuntamiento con un soplete y, el candado, a tomar por saco.

¡Hombreya!

9 comentarios:

  1. Francia, país culto. Ningún candado. Bueno, ahora que veo sólo hay candados en España y en Marruecos. Qué vergüenza de país, por Dios.

    ResponderEliminar
  2. Jaja antes de saber nada de este libro, vi una iglesia en Roma, justo al lado de la Fontana de Trevi, donde había también multitud de candados y mensajes de amor. Pensé, de hecho, que todo este rollo se había inventado en ese sitio. Pero en los puentes no vi nada...
    Lo que yo me pregunto es, si llega a ser mucho el volumen de candados, es un peso considerable para la reja que hace de barandilla. Por seguridad, veo bien que lo quiten.

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente, la dichosa 'moda' nos la exportaron de Italia los miles de estudiantes Erasmus que prodigan por nuestra ciudad... Y claro, como aquí nos encanta todo lo que venga 'de fuera'... pues ¿quién dijo miedo? Todos a poner candaditos en el puente...
    Si es que somos la leche. Así nos va.

    Aplaudo la iniciativa, sin que sirva de precedente, del Ayuntamiento.

    Un beso, guapa.

    ResponderEliminar
  4. Ja, ja, ja... y era una radial, no un soplete... je, je, je

    Muac.

    ResponderEliminar
  5. Meteorismo galáctico23 de septiembre de 2009, 20:26

    ¡Qué bobada más simpática esto del candado!

    Hay que ver lo que nos gusta a los seres humanos hacer chorradas simbólicas para mostrar nuestro gran amor (supuesto o real) a otras personas. Amor que, a pesar de tantos candados, tatuajes, flores en San Valentín, llamadas para decir "te quiero" y otras múltiples cosas, suele irse al garete con rapidez (si es que alguna vez existió realmente).

    ResponderEliminar
  6. Lukas, pues probablemente... Aunque como la gente es tan cabezota, seguirán vendiendo candados a mansalva.

    Los viajes, es que cogemos lo más tonto de cada sitio. A no tirar papeles al suelo no podemos aprender.A colgar candaditos en los puentes, sí. Ay...

    Efter, no había pensado yo en el factor "seguridad", pero es cierto. Y no andabas muy equivocado con lo de que la moda tuvo su origen en Roma.

    Mon, suscribo lo que dices. Pero sin el aplauso, que me tiene de un cabreado el Ayuntamiento con el carril bici... ¡No tengo dónde aparcar! De eso, hablaré otro día. Ahora que lo pienso, estoy de un gruñón últimamente, que no me aguanto. Oye, y ya sé que van con rotaflex, pero a mí me molan los sopletes.:) Un besito.

    Meteorismo "obras son amores y no buenas razones". Una gran verdad.

    ResponderEliminar
  7. Lo vi en la tele. Bueno, esto es como la manía de echar moneditas en cada charco, que ahora hasta los escupitajos parecen la fontana famosa. Es que somos mu horteras, caramba.

    ResponderEliminar