miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cinema ¿Paradiso?




Diario de clase:
Maestro: Bueno, Pablo, ¿te ha gustado la película?
Alumno: Peor es ir a clase.
Aunque parezca mentira después de todo lo que largo por aquí, resulta que todavía tengo (o tenía, hasta esta mañana) algo de fe en la condición humana. Concretamente, en esa subespecie llamada homo-estudiantis o, como dicen en mi pueblo, tocapelotas.
El caso es que en Huelva se está celebrando el Festival de Cine Iberoamericano, proyectaban Cinema Paradiso y decidimos llevar a los alumnos de 4º de ESO. Sí, sí, lo sé: que la película es un rollo, que cómo se nos ocurre, que eso no puede ser atractivo para los chavales… Pero pensamos que se le podía sacar partido para una asignatura y además, dos de los profesores que íbamos somos incondicionales de la película. Vamos, que fuimos un poco “porque yo lo valgo”. Lo reconozco.
De todas formas, aunque la peli les parezca un rollo, es una oportunidad para salir, estrechar lazos, hacer algo distinto. Total, que nos liamos la manta a la cabeza y nos hemos ido esta mañana al cine. Alumnos: 96. Profesores: 4. Que podrían ser los días que nos quedan a todos para acabar en el manicomio, pero no. Lo primero fue conseguir que formasen una fila para entrar en el cine y no se desparramasen por el centro comercial en el que se proyectaba la cinta.
Una vez dentro, en cuanto se apagaron las luces y como dice un compañero, sufrieron todos un “ataque masivo de cistitis” y allá que empezaron a subir y bajar por las escaleras para ir al servicio, para comprar palomitas, para escaquearse, al fin.
En la sala había alumnos de 3 centros distintos, pero los más numerosos eran los nuestros. Y los peores, también.
Nos sentamos los profes juntos. Una compañera me ofrece almendras, que no me gustan (no me van los frutos secos, excepto los quicos). Al cuarto de hora de empezar la peli, percibo unos flashes en plan discoteca, y resulta que cuando me vuelvo, veo que mis niños se están haciendo fotos durante la proyección. Me voy a la parte de arriba, les llamo la atención y, de repente, veo a uno que está a punto de hacerse una foto con dos amigas. Ni corta ni perezosa me dirijo a él hecha un basilisco (silencioso, eso sí) y le quito la cámara. Y súper indignada vuelvo a mi asiento. A los dos minutos, una profesora viene a mi lado y me dice:
-¿Ha habido algún problema?
-No. Le he quitado la cámara a un alumno porque…
Y tal como lo iba diciendo e iba viendo la mirada acusadora de la compañera del otro centro y la de la típica alumna-lapa-pelota adosada a sus faldas, me di cuenta: le había quitado la cámara a un chaval de otro instituto. ¡¡¡Qué vergüenza!!! Me quería morir, la verdad. Tras pedirle disculpas y devolverle la cámara, me dispongo a volver al sitio que ocupaba con mis compañeros. En estas, me veo a un alumno de mi tutoría (bastante friki, pero muy responsable) tumbado todo lo largo que es en las escaleras del pasillo principal.
-J., ¿qué haces?
-Estoy viendo la película, maestra.
-Haz el favor de sentarte en una silla.
-¿Por qué? Si estoy bien aquí. Ya todos saben que este es mi sitio y no me pisan.
Lo que siguió os lo ahorro porque me deprime mucho tener que convencer a un tío de 16 años de que las escaleras del pasillo no son el lugar adecuado para ver una película.
Bajo a las butacas con el resto de mis compis, que están a su vez, apagando otros fuegos. Ahora las almendras no me parecen tan mala idea. De hecho, me pongo ciega.
La peli se acaba. Toca ir al autobús. Única cosa buena: me encuentro por sorpresa con mi amiga Puri (había ido allí con sus alumnos) y nos abrazamos y gritamos como dos quinceañeras. Y ahí termina lo bueno.
Cuando quedan cinco minutos para que se cumpla el plazo que les habíamos dado a los chavales para que estuvieran en el lugar donde nos tenía que recoger el autobús, vemos que, de los 55 que venían en el autobús con mi compañero y conmigo, solo hay 5. Me voy a buscar a los otros 50 por todo el centro comercial.
(Póngase música de “El hombre y la tierra”).
Primer objetivo: Bershka, Stradivarius y demás locales made in Amancio Ortega. No falla. Por allí andan mis féminas probándose trapitos. Mi cara de palo seco y yo las echamos de las tiendas. Me faltan los chicos. Veo una tienda GAME a lo lejos. Allí están. Los arreo a todos para el bus y cuando llego (con 20 minutos de retraso), me llaman mis compañeros del otro autobús, con la frase fatídica: “Nos falta P.”. Me pongo a gritar en el autobús, a preguntar si alguien sabe dónde anda P. Veo caras sospechosas entre la mafia de la parte trasera del autobús. Cuando me acerco, P. sale de entre las piernas de otro alumno. “¿No puedo volver en este autobús, maestra?” “No. Hemos venido llenos y te esperan en el otro autobús.” “¡Avíate!” Total, que acabo pegándole dos gritos con lo poco que me gusta, básicamente, porque quedo muy ridícula gritándole con mi vocecilla a un tío tan grande. Pero es que no puedo más. O sí.
Tal como P. sale por la puerta, llegan cuatro rezagadas que, encima de que llegan tarde, se empeñan en volver en los mismos asientos en los que habían venido y que ya habían sido ocupados por otros. De muy mala hostia ya (lo reconozco) les digo que no les va a pasar nada por ir separadas un cuarto de hora. Y ellas se sientan mientras me clavan sus miradas asesinas envueltas por un rabillo del grosor de mi rollo de papel higiénico.
Entonces me siento con mi compi, con la lengua como la suela de un zapato por culpa de tanta almendra garrapiñada y con unas ganas de orinar de impresión y oigo a mis espaldas a una alumna: “Tío, me tiraba ahora un eructo que llegaba volando hasta mi casa”.
Como decía mi abuelo: “otro día fuera”.

23 comentarios:

  1. Un aspirante a profesor cualquiera, que esté a punto de comenzar sus prácticas del cap de filosofía, que llegue rebotando de blog en blog hasta éste y que el primer post que lea sea este...

    me tira un poco patrás!

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  2. ¡Hola! Bienvenido. Hombre, no quiero ser yo la que te desanime, pero la verdad es que hace falta mucha paciencia porque hay de todo. Lo bueno de que haya de todo es que también hay gente que merece la pena. Si pinchas en la etiqueta "Cosas de clase", verás otras anécdotas del instituto y comprobarás que no todo es malo. En cualquier caso, siempre trato lo que me pasa con sentido del humor y si sigo dedicándome a esto será que no está tan mal. Suerte con tu CAP.
    Un saludo.

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  3. Cable, y para admirarla es. Vamos, yo admiro a todo el que decida voluntariamente que se va a dedicar a enseñar a los adolescentes de hoy. Afortunadamente hay gente como Suntzu que, a pesar de todo, lo hace bien, lo hace porque le gusta y lo hace interesándose.
    Y como dice ella, la cuestión es tener paciencia y buen humor.
    Y, niña, muy fuerte. No sé cómo se os ocurren estas actividades...

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  4. Por un lado me río mucho leyendo esto, por otro me da miedito y por último aumenta mi admiración por ti. Eso sí, necesitas una metralleta ya. Glubs!

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  5. Madre mía, ¿tú trabajas en un colegio o en un zoo? Cada día flipo más con tus historias. Te juro que no había oido nada semejante en mi vida. ¡Cómo pueden portarse tan mal!

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  6. Puedes admirarla, porque aparte de tener la paciencia de Santo Job demuestra en sus post que es una profesora excelente. Mientras escribo esto tengo al bedel avisándome de que un alumno de los castigados se ha encaramado a una mesa y se niega a bajar

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  7. jajajajaja, pero cómo se os ocurre ir con semejante rebaño al cine: estáis locos.
    Encima si le pasara algo a algún alumno seguro que os la cargabais.
    Qué valientes!.

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  8. Ya han pasado unos cuantos añitos de mi etapa de estudiante, pero toda tu entrada la he leído desde el punto de vista de alumna.

    A ver, para empezar ¿¿Qué esperabais?? ¿Una fila de chavales de 16 años que os siguieran ordenadamente hasta un centro comercial y después cumplieran con los horarios establecidos? ¿E incluso pretendíais que TODOS disfrutaran la película sin moverse en sus asientos ni decir ni mú?.
    Sí hija, creo que pecas de inocentona... y demasiados pocos percances hubo teniendo en cuenta la situación. De haber ido con los que fueron mis compañeros de 4º de ESO, la pantalla del cine habría acabado rasgada, manchada y quemada. Y de los 55 habrían vuelto 34 a clase. Los otros no estarían ni en bershka ni tonterías de esas: se habrían ido por su cuenta a sus casas.

    Sólo hay una cosa que no falla por parte de los profes para este tipo de salidas. Decir: "Esto cuenta para nota".

    Yo en ese sentido he debido ser buena alumna, porque he disfrutado todas y cada una de las películas que hemos visto en horario de clase. Incluso una peli muda que nos llevaron a ver del año 26 (no recuerdo el título), pero es la única que fue en un cine.

    En clase vimos: Los 10 mandamientos, la Ciudad de la alegría, Gandhi, Rebecca, Un perro Andaluz (oh, también muda)... bueno, eso durante 4º de Eso, a lo largo de otros cursos han habido más, pero ya te haces una idea.

    Todas esas pelis las recuerdo con cariño y me gustaron un montón.Fui buena en todas ellas, excepto en el perro andaluz, que junto con unas compañeras nos estuvimos riendo durante todo el film ante la mirada asesina de la profesora.

    ¿Tú también lanzas miradas asesinas a tus alumnos? ¿Dices eso de "Contará para nota"?

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  9. Arwen, ya sabe una con lo que se va a encontrar, la verdad, pero no por eso va a dejar de intentarlo... Aunque creo que el próximo año paso.

    Efter, gracias. Me alegro de que te rías (esa es la idea básica) y en cuanto a lo del miedo... bueno, luego no es para tanto. Son buena gente. Un beso.

    Uly, gracias por le piropo. Por cierto, ¿ha bajado ya?

    Random, pues es lo normal, no creas. Demasiado que volvimos todos.

    Efectivamente, Peri: si a alguno se le ocurre hacer cualquier majadería, a pesar de tener una autorización paterna, nos la cargamos nosotros.

    Eponine, bienvenida. En cuanto a las primeras preguntas que planteas, no creo haber dicho que nada de lo que describo me sorprendiera. Créeme, después de 6 años en esto en varios centros (algunos bastante peores que este), ya estoy curada de espanto. Cuento con que no les guste la peli (lo digo al principio), con que no se pongan en fila, con que salgan docientas veces a mear y con todo lo que pasó y con algunas cosas que, gracias Dios, no pasaron. Simplemente, escribo esto como desahogo y para ilustrar a los que pasan por aquí. No es queja, sino comentario con sentido del humor. Yo también fui alumna y sé lo que es. Y sí, les digo que cuenta para nota, porque sino, se me van todos al centro comercial. Reconozcámoslo: si no hay amenaza, muy pocos hacen las cosas por gusto. Lo que también es comprensible, que conste.

    Un saludo.

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  10. Ups!!

    Suntzu, disculpa. Acabo de releer mi comentario y el tono parece algo hostil. Que conste que no era en absoluto mi intención ¡todo lo contrario! también pretendía aportar un toque de humor, pero releyéndolo me he dado cuenta de que para nada lo parece.

    Espero seguir leyendo más anécdotas como esta, me ha gustado tu blog.

    PD- En serio, mis comentarios de ahora en adelante tómalos en tono de broma y con sorna, que cuando quiera ponerme seria ya lo advertiré con un "Mode serio ON" ;)

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  11. Eponine, no te preocupes. Es lo que pasa cuando se escribe, que a veces no damos la impresión que corresponde con nuestra intención. Pero que conste que no pasa nada. A veces me pasa que cuando pasa por aquí alguien que no me conoce, cree que estoy victimizando la profesión o que me quejo mucho y debería dedicarme a otra cosa. Y no es esa mi intención. Es que esto me sirve de terapia, la verdad.
    Leyendo tu comentario a mí me ha pasado que he pensado que al lo mejr no estaba claro que me lo tomo todo un poco a broma. Pero vamos, que no le damos más vueltas.
    Lo dicho, bienvenida a mi casa y espero verte más por aquí.

    Un saludo.

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  12. ¡Uy! He escrito antes "sino" junto, cuando ahí iba un si no separado con una catedral de por medio.

    Me pongo un negativo por no revisar lo que escribo.

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  13. Ya le he echado un vistazo a la sección y, bueno, eso es más alentado :) Acabo de neterarme de que voy a dar clases a los 1º de bachiller, a ver qué tal!

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  14. ¡Mucha suerte! Los Bachilleratos, al ser mayores, suelen ser más agradecidos. Pero bueno, hay de todo. Espero que los que te toquen en suerte sean buenos.

    Ya me contarás qué tal.

    Un abrazo.

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  15. Hubo un tiempo en que el miedo era un buen acicate. Pero ya no son los chicos de antes. Con temor a los padres. Con temor al maestro. A la oficina del director, al fracaso o al ridículo. Hoy debemos hacer una doble labor de convencimiento. Mas profunda y trascendete. Mas inteligente, astuta y acertada. Vas por buen camino, mi niña. Tú te interesas. Eso lo saben los chicos siempre. Responden a eso. Solo procura no caer en el juego de poderes. Por que además de todo, deberás hacerles sentir/pensar que la idea ha sido de ellos.

    Besos

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  16. Los seres humanos nos convertimos en una especie de jauría en cuanto nos juntamos más de cuatro o cinco. Bueno, la verdad es que unas veces nos convertimos en jauría y otras en rebaño. Si no hay miedo a nada, caso de tus alumnos, el despiporre está asegurado en forma de jauría. Si el grupo estuviese atemorizado por algo o, sencillamente, admirase a sus profesores reverencialmente, tal vez se hubiesen agrupado como rebaño, atendiendo todas las indicaciones que les hubieseis dado.

    Seguro que si hubieses ido tú sola con ese alumno que simulaba estar más cómodo en el pasillo que en el asiento, se habría sentado en un sitio normal e incluso habría atendido a la película, pero como estaban por allí todos esos compañeros y, sobre todo, compañeras, a los que quería impresionar con su “original” modo de comportarse, decidió sufrir la incomodidad del duro suelo para luego presumir de que él siempre hace lo que quiere, por más que los mayores le digan otra cosa.

    ¡Qué tontos somos los humanos! ¡Y qué requetetontos cuando somos adolescentes! En cualquier caso, gracias a nuestra natural necedad siempre tenemos cosas que aprender y anécdotas que contar, así que tampoco es tan malo que seamos así.

    Saludos cordiales y admirados para los profesores, seres que ejercitan la paciencia de un modo casi sobrehumano.

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  17. Piel de Letras, tienes razón. Estos, el miedo, no lo conocen. Tienes que convencer y, como dices, hacerles creer que lo que hacen es idea suya, no tuya. Cómo se nota la experiencia... Un beso grande.

    Meteorismo, pues sí, una jauría. Y en la manada no razonan, pero bueno, por suerte todo salió bien (fuimos y volvimos todos). Un abrazo. :)

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  18. Que hubiera dado yo por tener una maestra como tu cuando tenía 16, más aún si me llevaba al cine.

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  19. Siento el comentario de una entrada antigua, pero acabo de leerla... y es que lo he visto tal cual en mi mente. Y es que se perfectamente de lo que hablas...

    Aún me acuerdo de mis festivales de cine iberoamericano... y aún no entiendo porque vimos en una ocasión Jumanji y en otra Un niño llamado Norte. Eso si, en otras si fue cine iberoamericano de verdad (Jo, que sueño me entra... y mira que yo era de los que le interesaba y se portaba, palabrita del niño Jesús).

    Presupongo que estuvisteis en la Casa Colón, donde se celebra lo del cine iberoamericano, o por lo menos cerca de la plaza de las monjas... ¿Y te encontraste gente en Bershka? Eso es como visitar la Alhambra ya que te encuentras por el Congo Belga. En mi época no pasaban del centro comercial cercano.

    Y sobre el comportamiento de los alumnos... yo ya estoy curado de espanto. Desde que vi a uno tocar con las manos los cuadros del Museo del Prado, y el vigilante allí le hizo un placaje que ya quisiese los del fútbol americano...

    Al menos lo del eructo no lo hicieron. Yo si lo presencié, y no vuelan, toda la energía se gasta en el sonido (se escucha dos calles a la redonda) y en olor. Omito la comparación con el olor.

    PD.: Siendo profesora de lenguaje me da yuyu escribir... Disculpe los errores, intento mejorar en la medida de lo posible

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  20. Daniela, no sabes lo que dices. Jeje.. Que tengo una vena dictadora de vez en cuando...

    Lukas, bienvenido. Fuimos al Aqualon (sí, aunque parezca mentira, lo organizaron allí). ¿Tocaron un cuadro en el museo del Prado? A mí me hacen eso y me muero allí mismito. Lo dicho, bienvenido y no te preocupes por la escritura que aquí, no pongo nota.

    Saludos a los dos.

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  21. Oh... dios... mio... ¿El Aqualon? Eso es el definitivo suicidio educativo del festival. Seguro que el que tuvo la feliz idea tenía por detrás a todos los comerciantes frotándose las manos. Que triste...

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  22. He vuelto a esta entrada porque quería comentarte una cosa que me ha emocionado mucho. En el insti de mis hijas se ha muerto un profesor. Un profesor de los no buenos sino cojonudos, de los que se interesan, de los que no piensan y declaran a todo el que quiera oírles lo borricos que son los chicos y lo muchísimo que trabajan ellos para nada. Bien, este hombre le dio un infarto y de un dia para otro ya no volvió a su clase de filosofía. Ni que decir tiene que los que, según la dirección del insti son unos salvajes, unos maleducados, unos animales y unos delincuentes todos y cada uno, lloraron como niños sin pudor y se juntaron para decidir qué podían hacer para decirle adiós y que su familia supiera lo buen profe que era. Como son unos linces se enteraron que era el presidente de Izquierda Republicana,cosa que él nunca había mencionado en clase. Le compraron una bandera tricolor y se plantaron en el insti para que la firmaran los que quisieran y llevarla al tanatorio; la directora, tan clon de la Espe, les echó del insti. Se plantaron fuera en la calle y a la salida el resto de alumnos, 700 en total, organizaron esponténeamente unas filas, esos tan salvajes y delincuentes, y absolutamente todos firmaron la bandera en orden y sin problemas. Loa de bachillerato la llevaron al tanatorio, explicaron a su mujer y a sus hijos la clase de profesor que era......le enterraron envuelto en la bandera firmada por sus alumnos.
    Espero que el resto de profesores hayan aprendido si lo que quieren es que les recuerden como policías o como maestros. La diferencia la marcan ellos.

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  23. Jajajaja! Totalmente identificada, absolutamente con todo!
    Si es que la especie estudiantil y la profesoril... iguales iguales en cualquier parte del orbe!
    Un saluditos solidarios!

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