sábado, 12 de enero de 2008

Bienvenida, Mrs. Marshall

La que se montó hace un par de días en mi instituto. Tras la conclusión de unas obras de ampliación que han durado más que la construcción de El Escorial, ayer llegó el día en que el cargo de turno vino a inaugurar oficialmente el chiringuito.

Consecuencias de la visita: se trastocó el horario normal del centro. Se dieron cuatro horitas seguidas de clase (lo normal son tres), recreo y dos horitas más. No sé si habéis pasado por la experiencia, pero si normalmente están los nenes hambrientos a tercera, no os quiero ni contar lo que era tenerlos sin comer una hora más. Desde luego, así no entra la Administración en contacto con el día a día de la enseñanza ni de coña.

Para colmo, la profesora que tenía que dar clase a los pandoros no vino. ¿Y quién estaba de guardia? ¡Premio! La menda lerenda. Así que tuve una regresión, mientras entraba en aquella clase que, casualmente, quedaba pared con pared con el pasillo donde habían colocado toda la parafernalia propia de estas ocasiones, a saber:

-Cutre-placa para conmemorar el acontecimiento. Además, según apuntó un compañero, está torcida.
-Banderitas de Andalucía a gogó.
-Atril para los discursitos. Sí, sí, esos en los que todos se congratulan de lo bien que están las cosas y de la cantidad de dinero que nos da la Administración. (¡Qué buenos son!).
-Altavoces para poner música ambiental. En este caso, el himno de Andalucía.
-Dentro del kit entraban también dos niñas con sendos ramos de flores para recibir a la representante de la susodicha Administración. Como si fuera la reina doña Sofía, vamos.

Bueno, pues ahí estaba todo preparado y como digo, pared por pared, la nueva remesa de pandoros 2008 a los que no tengo el gusto de darles clase. Vamos, como si pones a un elefante con epilepsia al lado de una colección de porcelana china de la dinastía Fu-Manchú.

Y yo, en medio. Mientras intentaba escuchar algo de los discursos a través de la pared, los chavales estaban dentro hablándose a grito pelado (“¡Es que yo hablo así, maestra!”) e insultando a alguien que pasaba por la calle (alguien a quien llamaban “Cebolla”. No sé). Cuando me voy para los de la ventana a llamarles la atención (no podía pegarles una voz porque estaban todos los peces gordos a tres metros) y logro que se callen, resulta que otros dos habían cogido una silla y se estaban asomando por un cristal que hay al final de la pared y que da al pasillo.

Les digo que bajen de las sillas. Bajan. Fuera, alguien termina un discurso y aplauden. Mis pandoros, imbuidos por un espíritu mimético, aplauden y jalean desde dentro.

Y me acuerdo de las inauguraciones, los altos cargos, los paripés y la hipocresía que hace que estés con un grupo como los pandoros a menos de tres metros de un alto cargo de la Administración, y no puedas decirle: “Pase usted y vea”.

11 comentarios:

  1. Jejeje,las que tienen que enseñar...
    Pero con tanta banderita e himno de Andalucìa parecìa que llegaba Blas Infante,no?.Todavìa estàn con esas en los colegios?,qué manìa le tengo yo a los himnos y las banderitas,coño

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  2. Vaya plan...y aquí una liá con el cap y planteándose dedicarse a esto...la verdad que leyendo algunas de tus historias en el blog me lo pienso dos veces eh?
    Deberías haber dejado salir a los alumnos para que hubieran aplaudido fuera jajaja
    Por cierto...feliz año, espero que tengas un 2008 genial.
    Saluditos!

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  3. jajajaaja. Esos muchachos van a acabar muy mal. Seguro que alguno llega por lo menos a alcalde...

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  4. ¡Muchas gracias Suntzu! Espero que todos tus deseos también se vayan cumpliendo y que te sientas realizada y feliz con ellos. Por lo poco que te conozco, te lo mereces, simplemente por tener que "aguantar" a tus pandoros día a día. Y toda la parafernalia que montaron para inaugurar la obra...¡madre mía!, si es que ya no saben que hacer. Me hubiera gustado estar allí y poder verlo todo. Seguro que se me habría puesto cara de póquer y a duras penas hubiera podido aguantar la risa con las banderitas y la musica...
    Un beso.

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  5. Que gracia, en Barcelona, cuando unas obras son eternas, se dice que tardan más que la Sagrada Familia!!!!.

    Gracias por la visita.

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  6. Aquí en Andalucía todavía seguimos ciertamente con esa especie de servilismo hacia los foráneos, esa condescendencia con los que están "por encima" en cualquier tipo de poder.
    Si, como tú dices, estamos en un colegio y viene alguien de la administración, ya sea el último mono como una ministra, se le trata como si fuera el mismísimo Rey de España (que por cierto no quiero ni pensar qué sucedería si le diera por ir a tu colegio xD). Pero eso mismo es aplicable a cualquier situación aquí en el sur (desconozco si también por otros sitios), por ejemplo tu padre tiene un amigo abogado al que hace tiempo que no ve, y un día decide ir a tu casa a comer, así que tu madre se pone a ordenarlo todo y a limpiar el polvo como nunca antes lo había hecho, y luego además mide como nunca sus palabras, procurando no soltar un sólo taco y con una "finura" nunca antes vista. Y todo porque viene un "abogado".
    Lo de "Bienvenido Mr. Marshall" le viene que ni pintado, porque es exactamente así.
    Me encantan tus historias de profesora.
    Un besote !!

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  7. Pues sí, Casanova, así andamos. Y así nos va.

    Leti, hija, mucho ánimo con el CAP y tú no te desanimes, pero ya sabes lo que te vas a encontrar. Que conste que te estoy avisando. Jajaja...

    Ulyanov, no creas. A alguno le he visto yo madera de ministro de Cultura.Ja.

    Phoebe, yo no me reí, porque estaba al otro lado y no veía nada, pero a mí también me cuesta ser hipócrita con estas cosas. Gracias por tus deseos. :)

    Marta, cada cual tiene su ejemplo de inutilidad. Lo curioso es que haya tantos... ¿Será eso bueno?


    Juanma, así "semos" y así nos moriremos (me temo). Mi madre es igualita, igualita a la tuya en ese aspecto: ¿visita? Todo limpio, todo reluciente. Creo que por desgracia todavía andamos por el mundo con un complejo de inferioridad que no nos corresponde. Y no terminamos de sacudírnoslo.
    Un besote para ti también, majo.
    Y felices sueños ;)

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  8. Y eso que no mandaron encerrarlos, que sé yo, en el cuarto de calderas, mientras la inauguración. A lo mejor sale el colegio por los aires jaja.

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  9. Deberían haber pasado, visto y oído. Incluso intercambiado opiniones :D

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  10. Nena indudablemente!! eres GENIAL y la leche. Que pechá de reir en las horas de mis almuerzos. Tia que pasada.
    Un beso wapa, aunque quedes con mi esposa cuando yo no este "cachoperra".

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  11. Qué panorama. Ya que no entraban a verlos, tenías que haberlos dejado que se te "escaparan" las criaturitas y que disfrutaran también del espectáculo...

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